¿Y si mañana renunciara a todo aquello que equilibre la balanza?

4 may 2012

Presas del olvido.

Aquí queda mi deseo, encerrado en el papel.
Aquí, mi adiós, siento ser tan cruel.
No quedarán escalones, ya estamos aquí.
Mira Madrid en su infinito...

¿Qué mejor lugar para la batalla final?
Soy el malo de este cuento, el puto malo de este cuento...
y lo acepto, me gusta mi rol en esta psicosis.
Soy el malo aunque venga a defenderme.

Ya lo ves, sería perfecto volver.
Firmar una paz y retomar lo de ayer.
Algún día todo esto lo recordaré,
y entenderé, que somos presas del olvido.

Y ni por esas se rinde tu recuerdo.
Quizá mañana es peor que ayer,
¿no ves que no puedo más?
Me estoy planteando abdicar...

Entonces llegarás, con plomo por palabras.
Y una lengua que no habla de perdón.
Entonces llegarás, con tus ganas de matarme a cañonazos,
y yo sin ganas de decirte que mientes en todo.

Escupe más veneno y reproches,
aquí en nuestro santuario, mánchalo de orgullo.
Ese que tan bien conoces, ese que contra mí utilizas.
Seremos presas del olvido, déjalo ya.

Y por fin, liberado al fin, solo al fin.
Un último favor; espárcete al morir por los aires de Madrid.
Para alejarte algo más, para perderte algo más.
Y por si no lo has entendido aún; prefiero verte hundida y lejos de aquí.

!Ya basta de mentiras!
No me digas que me quieres, ¿cómo eres tan mala?
Has mancillado nuestro lugar, nuestro hogar.
Y has sido tú, ni él ni nadie más.

Vete, vete, vete, vete, vete, vete... vete ya.
Lejos de aquí, a algún otro lugar.
Vete, déjame escapar, dame la oportunidad
de encontrar a alguien que merezca la pena.

Y ahora que ha pasado el tiempo...
hablas de quedar, yo hablo de no presentarme.
Escribo sobre el miedo a que vuelvas.
Y vuelves... una invitación que no puedo rechazar.
Y te odio por hacerme esto, no me lo merezco.
Pero vuelvo a caer... obviando aquel Septubre.


Éramos presas del olvido, sí.
Dos años después, te dignas a buscarme.
Y yo no sé si volver a caer o aprender de lo vivido...

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