¿Y si mañana renunciara a todo aquello que equilibre la balanza?

21 may 2012

El mar.

Esta noche es fría como las miradas que se escapan.
Si un abrazo supone una nueva mueca de asco,
los suspiros serán fríos golpes también.

Si el silencio sabe a fracaso…

Entretenemos a las olas con palabras que no valen ya.
Conversaciones sin sentido que aniquilan el interés.
Insulsas… las palabras eran insulsas.
La rutina machacaba nuestros brazos también.

Y el mar mantenía su silencio…

Caeremos sobre el mismo hielo que nos deja respirar.
Tan sólo el viento sabrá de nuestra guerra.
Y entre gritos en silencio y golpes coreografiados,
llegaremos hasta el punto en que todo se rompió.

Porque todo rompió en aquel lugar.
Todo se quemó allí, y sí, todo se quemará.
No seremos nada que merezca la pena salvar.
Seremos silencio entre ganas de gritas.

El mar nos tragará.
Tu mal nos tragará.
El silencio nos convertirá,
en seres que se odiarán sin más.

Sin más motivos que la fatalidad.
Por querer mantener algo que no daba más-
El mar en su silencio vivirá.
Y nuestras dudas y miedos con esto acabarán.

¡Será verdad, ya lo verás.
En el silencio lo nuestro morirá!

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