¿Y si mañana renunciara a todo aquello que equilibre la balanza?

30 sept 2015

#4

¿Te imaginas?
Algo tan innecesario,
como una primera cita lejos del cine.
O un domingo lejos de la resaca.

Un sofá sin tele,
una manta sin sofá.
Unas sábanas que no se marchan al dormir,
ni ropa que se esconda entre ellas.

¿Te imaginas?
O un café sin azúcar, ni leche.
Cerveza caliente,
té frío.
Un abrazo que congele,
y una mirada que suba hasta la cara.

Una canción que no diga nada,
una noche sin Luna,
un garbeo con rumbo fijo.

Un beso sin manos...
un beso de lejos, vamos.

Un libro que no cuente absolutamente nada.
Una película de Di Caprio premiada.
Una noticia que nadie se crea,
y una vida coloreada por alguien que no sea Ray Charles.

Tener alas con vértigo,
tener sueños, pero ligeros.
Conversaciones con gente que nunca escucha,
y que temen ser escuchadas; no tener miedo.

¿Te imaginas,
lo aburrida que sería la vida
sin perder el control ni un momento?

28 sept 2015

#3

Bi-direccional.
Dual, ambi-zurdos.

Bi-dimensional.
Banal, pseudo-muertos.

¿Cambiados?
¿Distintos, tozudos?

Maybe.

Viscerales.
Épicos, eternos.

Voz, silencio,
y una grada dispuesta a tronarnos en aplausos.

"Gracias, gracias."

Escuché mientras dormía,
solo,
al tiempo,
mudo..

#2

Fija la mirada en aquel punto de allí;
¿lo ves?
Es el horizonte que huye.

Final alternativo para cada cicatriz,
y sí,
a veces barcos se hunden.

¿Ves lo que yo veo venir,
ves lo que yo llego a sentir,
notas si lo que veo es cierto?

¿Ves lo que parece venir,
ves lo que viene hacia ti,
y hacia mí,
hacia un "resto" que no importa?

Sabes lo que intento decir...
lo sabes, porque lo compuse para ti.
Porque es mi pequeño regalo.

"Nuestro pequeño pedazo de paraíso".
Aquel en el que no existe el ser,
ni el existir en sí mismo importa.


En el que la lógica pende de un fino hilo,
de una cuerda de violín, o de guitarra.
¿Ves lo que parece venir?

Es el futuro en tromba.
Es el pasado en tromba.
Es el presente, asustado,
como la araña del final de Enemy.

14 sept 2015

#1

Muchas veces me he preguntado,
cuánto me costaría realmente darme la vuelta,
y comerte la boca.
Porque sí, sin más.

Sentir entre mis labios la rigidez inicial de los tuyos,
tu manos, igual yendo contra mí,
igual abrazándome.
Hay muchos días que no tengo clara tu reacción.
Pero sí, considero que sería fácil.
Disimular yo, quizá,
girarme tras mi locura, valiente e insensata,
y seguir hablando como si nada hubiese pasado.
¿Recuerdas lo que me gustaba hablar contigo?
Exacto... nada.

Y sí, me lo planteo.
Muchas noches, cuando tú bebes,
y yo me bebo en mi ingenuidad.
Cuando pierdes el control,
cuando dejas que lo que sentiste por mí salga,
eso que, por cierto,
nunca me reconociste.
Yo te di mi palabra escrita y tú...

Hay días que me planteo si aún te quiero.
Pero es sólo eso, una desequilibrada idea más.