¿Y si mañana renunciara a todo aquello que equilibre la balanza?

14 may 2013

Avance de mi próximo libro, "Catenalia"

Hola a todos, quería dejaros un avance del libro que estoy preparando para finales de este año, que puedo adelantar que se llamará "Catenalia". La temática va a ser completamente distinta a Septubre, no es una continuación, ni una segunda parte ni nada por el estilo. Creo que va a sorprender a propios y extraños. Os agradecería que compartieseis la noticia para que llegue a más gente, ¡toda publicidad es buena !El poema que os dejo es de lo más "cursi" que va a haber en el libro, se llama "Convertirse", y espero que os guste =)

Es interesante, verte bailar lento,
sobre tu canción de aire.
El vuelo de tu falda virgen,
se acompasa con las olas que tu pelo convierte.

Si un beso te robara, yo.
Si un beso te convirtiera…

Se aleja el invierno por el norte.
Y tú, que eres del sur,
conviertes la brisa en un recital de olores.
Los colores son más nítidos,
mientras sigues bailando como un hada entre los robles.
La paz… he encontrado la paz, madre.
No hace falta subir hasta el cielo para encontrar un ángel.

Si un beso te robara, yo.
Si un beso te convirtiera.
Besaría cada nota que entona tu voz,
hasta que en mi ser se vertiera.
Mírame, desarropado, un mendigo de tu tierra.
Regálame, de nuevo el beso que convierta.

Si la Luna decide no dejarse ver, today,
será que iluminas como ella.
Bailando sobre el aire como un cascabel,
que me invita a que me vuelva.
Si la Luna decide no dejarse ver, today,
y las nubes se dispersan.
Sabiendo que me muero por volverte a ver,
y preguntarse quién pudiera…

Si un beso te robara, yo.
Si un beso me convirtiera…

Fernando Cañete Lozano, "Catenalia"

2 may 2013

Os lanzo un acertijo, ¿quién soy?

Si estás dispuesto a aceptarle, el infierno siempre estará dispuesto a abrasarte.
Y abrazándote, promete carbonizar los pasos,
estrechar el sendero del éxito hasta que quepa en un mero cajón.
En un cajón malgastado por los años, de adobe y hierro,
hueco como el alma del que murió sin tumba,
o del que nunca supo salir del nicho que le encierra.
Son los muros del ayer las montañas del mañana,
el agua sabe a cal y el azufre asfixia los pulmones.
Eres tú, la perfecta parabólica que mis despropósitos recibe;
receptora de mi sed, curandera de la cara oculta de mi Luna.
Vive en mí… y viven en nosotros.
Y son eternos como lo es el aroma de la desesperación,
o el dulce Réquiem que invoca al caos.
Somos uno, y lo somos todo,
puesto que faltándome tú falto yo.
Puesto que nada fue igual, y siempre será como antes.

Por los que aún están, por el respeto que merecen.


La vida crece entre los recortes,
de un pasado que queremos dejar atrás, y un presente incierto.
Fechorías de niños, que a veces nos convierte en hombres,
a veces nos hace sabios y a veces nos mata,
con la crudeza del graznido del cuervo al cantar nuestro vals,
o con la desesperanza del que nada para ahogarse.
Sigo tu senda, y me pierdo tras de ti,
eres la orilla del mar de dudas que me traga cuando cae la noche.
Eres el principio, y eres el final de cada cosa que sugiere un cambio;
¿es la vida en bucle el único sentido y la única dirección?
La Santa Sede que dirige el bien y el mal,
todopoderoso tú, y ante ti me postro.
Sin poder caminar me hayo si recurres a mi mente;
y te estás yendo, y te pierdes, y sonrío aunque esté triste.
Porque sé que pronto volverás.
Porque nada es más íntimo, entre tanta luz, que la oscuridad.
Y así somos los dos, y así vivimos,
tras el muro de hiel que nos devora con su sombra.
Ese soy yo, el humilde cobarde que no supo entenderse.
Ven, vuelve a mí.
Dame lo justo para corromperme.

Por los que ya se fueron, por el respeto que merecen.


¿Quién soy?