¿Y si mañana renunciara a todo aquello que equilibre la balanza?

29 abr 2015

Solo.

Camina solo,
buscando un par de lágrimas qué,
deshagan lentamente cada pájaro de papel.
A veces sueña con salir de este puto iceberg,
donde colapsa cada noche ya que sabe qué, 
el mundo ahí fuera no le perdonó su fallo,
y él, llora en silencio, pues se quiere perder.
Y otra vez... y otra vez dice que.
Cultiva el viento que da pie a las tempestades,
se llama a sí mismo el rey del cielo, ¿quién puede ser sino él?
El caos que llama a las puertas de las ciudades,
y se esconde en los retales de lo que pudo ser.
Y así, sobre otra capa de barniz extiende su ruina,
¿quién trajo a la mina de su alma el fin?
Llora en silencio esa es su única doctrina, fiel...
Y él es gigante cuando el mundo se desploma,
él nunca cayó en la lona donde fuiste a perecer,
él no, su alma implora que no corran más las horas,
¿es que no hay nadie en el mundo que parase ese reloj?
Igual, mañana se retrasa el sol en el trabajo,
igual, mañana descubres tu nueva habitación.
En el portal donde los polos desmoronan,
porque el frío no resiste los sollozos ni el calor.
Lloró, lloró de pena el mundo viéndole marchar vacío,
canta su desgracia y así parece menor, y no,
queda consuelo para el que murió de crío,
condenado por la vida a elegir como un mayor.
Camina solo,
buscando un par de lágrimas qué,
deshagan lentamente cada pájaro de papel.
A veces sueña con salir de este puto iceberg,
donde colapsa cada noche ya que sabe qué,
el mundo ahí fuera no le perdonó su fallo,
y él, llora en silencio, pues se quiere perder.
Y otra vez... y otra vez dice que.
Es el mundo el que le juzga sin saber nada de él,
si su ser no se transforma será porque ya no es él,
¿quién cuestiona a los que toman el camino de volver,
cuando su alma se destroza respirando en otra piel?
Si las ganas le traicionan, si la fe no es lo que fue,
si la verdad le aprisiona en cada redil de sed.
Y otra vez... él te espera otra vez..