¿Y si mañana renunciara a todo aquello que equilibre la balanza?

5 may 2012

Nada es verdad.

Puede que el tiempo me interrogue en su balcón.
Alzaré mi copa y responderé; no fui yo.
Ellos... y su mirada quedará alocada.
"No podré rendirte cuentas mientras no salde las mías".
Y allí acabó aquel encuentro breve.

Pero, hay noches que vuelve.
Y me mira de soslayo, tiene más miedo que yo.
Hay noches que vuelve...
y quizá yo no esté tan bien, ni el lo note con precaución.

Entonces, ¿qué pasó?
¿Por qué todo aquello desapareció?
"Ya te lo dije, una y otra vez, no lo podré explicar"
No hasta que vuelva a empezar aquello.
Nadie lo entendió, y mi luz se encendió con un mechero.

No tengo explicación para aquello.
No tengo explicación para su cuello.
Ni para los besos que nos dimos.
Ni para sus palabras.
Dejar de preguntar, porque nada de aquello existió.

¡Sí! Nada es verdad.
El tiempo no iba encaminado a despertar.
No, ¡nada es casual!
Fue nuestro plan para perdernos en el mar...

No, nada es verdad,
sí, todo es casual.
Querremos mentiros sin parar,
descubriendo en el silencio la cruda realidad.

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