¿Y si mañana renunciara a todo aquello que equilibre la balanza?

26 dic 2009

Me abriste tu alma, sin ni si quiera yo llamar.

Me abriste la puerta, me dejaste pasar.
Me enseñaste tu alma, sin yo preguntar.
Me abriste tu casa, de par en par.
Me abriste tu puerta, sin ni si quiera yo llamar.

Aclaraste mi voz, me enseñaste los versos,
que aquella escondió, robaste mis besos.
Ordenaste mi cabeza, si entera la perdí por ella.
Borraste recuerdos, que no llegué a olvidar.

Y ahora que te vas,
quedate un rato a mi lado,
el silencio no quiero escuchar.
Bastante ya he estado callado estos años para atrás...

Me robó el alma su pelo, me enseñó a ser el dueño,
de su amor capital.
Por Dios no digas que te marchas, no querrás verme llorar.
Ahora que te he encontrado, no te dejaré marchar.

Es un pétalo lindo encendido, mi consejera del amor prohibido.
Es mi niña, es mi verdad. Es todo lo que necesito,
es mi sueño, mi realidad, es una estrella en el cielo,
que con tan solo quererlo, puedo hacerla brillar.

Es todo lo que necesito, para mantenerme en pie.
Sin ni si quiera yo llamar, me abrió su puerta, su alma,
sin ni si quiera yo llamar, me abrió su dura coraza,
sin ni si quiera yo llamar, hizo mia su casa, su vida y lo demás.

Y ahora que te tengo,
si nos consumen las dudas, y no te ves capaz de navegar.
Arrivemos en buen puerto,
y un rato echemonos a descansar.

Me robó el alma su pelo, me enseñó a ser el dueño,
de su amor capital.
Por Dios no digas que te marchas, no querrás verme llorar.
Ahora que te he encontrado, no te dejaré marchar.

Te agradezco todo lo hecho, tanto que tú me quieres,
yo te quiero mucho más. Nunca vayas a dudarlo, te quiero más que a nada,
y por muy lejos que vaya, siempre conmigo estarás,
ya que me abriste tu alma, sin ni si quiera yo llamar.

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