¿Y si mañana renunciara a todo aquello que equilibre la balanza?

28 abr 2012

Aquellas voces que nadie sabe donde están.

Se podrían morir, aquellos que hablan de nosotros,
sin saber más que de ti. O de mí.

Siéntete orgullosa, nuestros pasos tienen banda sonora propia.
Podrás seguir el rastro de rumores hasta sus pies babosos.

Los visitantes ganarán,
ellos, los de siempre, ganarán.

Los que miran sin ver y oyen sin escuchar.
Pueden empezar una guerra farfullando.

Y sin saber más que nuestros nombres, y mal dichos,
creen tener poderes de médium experta en paradojas.

Ellos ganarán.
Sí, sí! Los de siempre ganarán.

Y juegan con su omnipotencia, dioses del cemento.
Bañados en hipocresía apostarán en nuestra contra.

Y se callarán, ¡siempre lo harán!
Cuando les preguntes de qué lado están.

Y callarán, a la cara callarán.
Sí, sí! Pero ganarán. Siempre ganarán.

Y nos separarán... falta de valores y de vidas.
Entienden más de nosotros que nosotros mismos.

Y te irás, sin darles las gracias por una opinión que no pediste.
¡Mala educación! Si están para querernos y ayudar...

Sí, sí! Sus mentiras vencerán.
Los murmullos nunca cederán.
Sí, sí! Nuestras vidas cambiarán.
Aquellas voces que nadie sabe donde están...




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