¿Y si mañana renunciara a todo aquello que equilibre la balanza?

22 dic 2010

El coco te está esperando.

El reloj marca las tres,
y dónde estoy no lo sé, no lo ves;
como me levanto tras otra batalla perdida,
como camino, sin ir, me agacho y tú no me avisas.

Calla, levanta, presume de vivencias,
luego muere, en tu cama de algodón e impertinencias.
Mira como corro ¿acaso piensas cogerme?
Si creo que tu flequillo ya no te deja ni verme.

Oh! ¿que va a ser de mí señor?
Cuando me vaya, y no escuche más su voz.
Cuando decaiga, en este mundo espiral,
que sin saberlo, muy prontito va a acabar.

Y siento que te vas, vuelvo a sonreir.
Su cara refleja la historia de un desengaño.
Sus manos marchitas de intentar hacerme daño.
Calla pequeña, que el coco te está esperando...

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