¿Y si mañana renunciara a todo aquello que equilibre la balanza?

2 ago 2013

Segundo avance de Catenalia.

Hola a todos! Aquí os dejo un segundo avance de mi próximo libro, Catenalia! Espero que os guste! (para finales de 2013, principios de 2014 saldrá el libro).


Donde dije digo, digo dije,
y así, el aire muere entre arrecifes.
Corales imberbes que en la noche se deciden;
el verdadero amor se esconde entre los matices.

Bajo la sombra del reloj constante mueren,
miles de pasos como hormigas emigrando.
En el mismo banco donde descansaron almas,
las tizas recalcan los lazos de una pasión enferma,
retales de llantos, lágrimas insípidas que ahora fingen ser sinceras.
La vida es lo que pasa mientras piensas en qué perder el tiempo.
Dejó pasar la vida, y la terminó perdiendo…
Un susurro, que reside en cada esquina,
llama a la puerta y se gira; el balcón vuelve a gritar.
Un abismo; entre la historia y las mentiras,
alguien ha escrito versos negros en un informe policial.

Donde dije digo, digo dije,
y así, el mundo muere entre arrecifes.
Niñas consentidas fingen ser emperatrices,
la belleza se esconde entre los matices.

Oye, te andan buscando, mejor escapa al alba.
Que no tiren de la manta y se despierte la mañana.
La Luna aún sigue latiendo, testigo del encuentro;
confesa, confiesa que todo acabó mal,
y cuenta al detalle una relación terminal.
Así corrió hasta perderse en senderos que se cruzan,
testimonios de viandantes dijeron verle pasar.
Calma, mantén la calma, eres el dealer de la inocencia que se va.
Baraja este infierno, que explotará tratando de escapar.

Donde dije digo, digo dije,
y así, morirá por dar lo que se exige.
Caminos de piedras que no sé dónde dirigen,
el arte de perderse, se encuentra en los matices.

Corta la noche con un sable, en balde,
pretende hablarle a un eclipse lunar.
Buscando en su arrogancia una excusa que le salve,
el aire, el aire comienza a faltar.
Gritos que buscan culpables llegan a casa,
y en la puerta, su ingenuidad les abrirá.
Hoy dirige el miedo, cómplice en el movimiento,
su historia se estrella contra un cristal.
Salta, pequeño cobarde.
Tu huida será en balde, no podrás escapar.
Salta sin pensarlo, su pelo corta el aire.
Bajo el reloj constante, la tiza quedará.

Donde dije digo, digo dije,
toman los mandos quien dirige, hoy le tocaba al polvo fatal.
Cobardes imberbes que entre rayas se deciden.
Su juventud morirá por tu matiz mortal.

Donde dije digo, digo dije.
Su esquizofrénica histérica pudo con su ser real.
Perlas en declive que en la noche se maldicen.
El verdadero amor, en tus matices morirá.
El verdadero amor, en polvo se convertirá…

“Del polvo venimos, y en polvo nos convertiremos”.

Fernando Cañete Lozano, Catenalia.

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