Te quiero, y sobran las palabras.
Mudas expresiones si te veo, si me tocas.
Tanta vergüenza me da hablarte, tocarte,
aún sabiendo lo que sientes.
Seré cobarde, pero no traidor.
Y por no traicionar a mis principios, te estoy perdiendo.
Y no me perdonaría tu olvido,
otros si, el tuyo no.
Te amo demasiado, no soporto la idea de perderte.
La imagen de ti sin quererme a mí, me horroriza.
Soy idiota, lo sé. Es el miedo a la imprudencia
el que me empuja hacia atrás.
Si me dieras otra oportunidad, o si yo la propusiera.
Pero tampoco me atrevo, ¡maldito cobarde!
No lograré perdonarme el perderte,
tendré que dejar mi timided de lado y besarte...
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