Se fue, se va, se aleja.
Esa primavera que fue nuestra,
el vendaval de sueños rotos,
que no entiendo, en nuestro banco sentado.
No está, se va, se aleja,
para no volver; ojala…
En busca y captura mi alma,
que corriendo llegará al mañana.
Tan cerca el horizonte,
que podría tocarlo con mis manos,
y entre mis dedos, la luz del Sol…
yo manejé los rayos de Sol,
que tus ojos me lanzaron.
Blanca nieve que se derrite,
y se quema el hielo que la forma.
Quizás eso fue lo que quise,
y por querer tenerla la perdí.
¡Cuan fugaz cambia el tiempo,
mientras este Sol la nieve derrite,
que ni pura, ni cristalina, ni amiga queda!
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