Amigo, ahora que ya eres olvido,
que el dolor se ha consumido,
reza conmigo este poema.
Amigo, ahora que ya te has marchado,
que mi mano has tirado, y quemado,
todo bien se ha consumido, por la llama de la inocencia…
Ahora; que es el tiempo el que decide,
la razón devuelve al dueño, y desposee,
a quien no debió tenerla,
calla y mira al suelo, tu que fuiste amigo,
que pecó de conveniencia.
Y ahora que ella no nos escucha,
de decir, diré, que era mala consejera,
que de amor no andaba ciega, y extraño,
eso eras para ella.
Que mi razón despreciaste por ser sincera,
por sin miedo encender la vela, de este odio que te mata,
ahora calla, y mírame a la cara,
quien peca de inocente sufre, y el sufrir será tu condena.
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