Tahúr intuitivo, permitido el desconcierto,
de saber a ciencia cierta, que el amor es imperfecto,
caer al suelo llorando, con las manos en el rostro,
las cartas sobre la mesa, y su cara de asombro.
Este juego lo simplifica, a veces, tanto todo,
tu la reina de corazones, yo una vela de barro y lodo,
que alumbra las mañanas, con su negro as en llamas,
las cartas sobre la mesa, y su cara mojada.
Siete barajas cortadas hacia un desamor,
y arrancando de su pecho el joker, su lado bufón.
Y tristemente caerá la noche, en cualquier oscuro sótano,
las cartas sobre la mesa, y su cara de desilusión.
Al ver como se termina, aposté todo a este amor,
que en espiral de color decae, y pierdo la emoción,
preparar la última cena, y una taza de café,
las cartas sobre la mesa, y su cara…
… perteneciente al ayer.
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