Tanto luchar, de nada ha servido,
nadie me asegura seguir vivo.
Me coartan movimientos, violentos,
me cortan sentimientos, cautivos.
Volando pasa el tiempo,
cuando descubres que eres humano,
y la enfermedad de tu mano,
te trae el sufrimiento.
De nada servido ha, el pasado,
cansado de correr, y no llegar a tiempo,
escribiendo el vil lamento,
del que sufre desconsolado.
Y todo se te echa encima,
sin dejar de dar tu sonrisa,
muriendo cada día que pasa,
talado, cayendo como una más encina...
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