Sin miedo a decir lo que siento,
incluso flanqueado por la presión.
No dudé en ir defrente, ni
callé lo que pensé.
Eterno el peso del que calla y otorga,
recayendo en la constante
intensidad de cada vivencia.
Día a día te enfrentas con nuevas ganas
a la vida.
Dándole lo que pide, siendo real.
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