Quisiera comenzar cada historia con un quizás fue una vez,
para así poder contar mis cuentos, pero quizás así no empiece,
sólo quizás.
Puede que no volvamos a vernos, quizá
no volvamos a querernos,
quizá los segundos pasen más lentos sin ti.
Quizá hoy se acompasen viento y primavera,
quizá pase a mi vera, quizá nunca esté aquí,
quizá fue su carmín, quizá no fue por mí…
Todo paró en aquel instante quizás,
y el tiempo nunca fue el mismo,
lluvia fue metáfora de esta pena tan absurda,
que por mundana y burda hoy me domina.
Quizá tanta pena mina el alma,
me lo tomaré con calma, quizá rompa con todo.
Busqué en el recuerdo sentimientos no vividos,
y en el olvido, frases que aún recuerdo como puñales en mi tórax.
Quizás este mundo gire sin destino, quizá por culpa de tu camino,
quizás el invierno es el que llora.
Y el verano, ¿dónde está el verano?
Quería comerme el mundo y éste me acabó vomitando.
Se fue aquel amor que daba sol a mis lloviznas,
calor a mis consignas, sentido a mis victorias.
Corazón otoñal caducifolio, yo te imploro, piensa en verde.
Hazte eco de tanto dolor que sientes, nunca mueras en silencio.
Y si ves reír a la gente, diles que quizás un día cambie el viento.
Hoy empezaré con un quizás, sí, pero quizá nunca debí haber empezado con un te quiero.
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