No tiene tregua la muy cabrona.
Y me mira y se rie, y mis ganas de matar afloran.
Su risa burlona me destroza,
mi impotencia me amarga la existencia.
Siempre aparece cuando todo va bien,
cuando me olvido de ella,
aparece para recordarmelo;
Cañete, eres humano...
y vuelvo a caer.
Así todos los días, no da tregua alguna.
Piensa, corre, actúa.
Acciones varias, reacciones muchas,
repercusiones ninguna.
Pero no quedará así cariño,
tu pones la fuerza, yo pondré el coraje.
Y saldré victorioso una vez más.
Por que por más que me caiga,
por más que me levante,
¿siempre estarás jodiendo verdad?
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